Entre las varia res a las que hacemos alusión en el encabezamiento de este blog, no nos hemos resistido a la tentación de hablar nuevamente (ya lo hicimos el 16 de marzo de 2010) de esta modesta producción británica, tanto por su mensaje, claramente ecologista, como por el hecho de que constituye un buen ejemplo de que para hacer un buen cine no son necesarias grandes estrellas, presupuestos de infarto, o increíbles efectos especiales, sino, tan sólo, contar con una buena historia y tener cierta sensibilidad. La trama está ambientada en el norte de Escocia, donde una poderosa compañía petrolera radicada en Houston desea realizar unas prospecciones. Sus directivos envían allí a uno de sus empleados, en compañía de otro que vive en Gran Bretaña, para negociar con los lugareños la compra de sus tierras, a lo que todos acceden encantados por los grandes beneficios que les reportará la operación. Pero uno se niega: un pescador propietario de una playa, al que le encanta el lugar donde reside, y que no piensa moverse de allí bajo ningún concepto. El director de la compañía (papel protagonizado por Burt Lancaster) viaja expresamente para intentar convencerle, pero infructuosamente, y no sólo eso, sino que descubre encantado que esa playa es un lugar privilegiado para realizar observaciones astronómicas, a las que es muy aficionado, por la limpieza de su atmósfera. Finalmente, el director de la compañía regresa a Estados Unidos, el empleado también, pero echando de menos ese paraje de ensueño.

La película es una pequeña maravilla: los hermosos paisajes de las costas del norte de Escocia, mostrándonos un entorno natural presuntamente idílico y poco perturbado por la tecnología moderna, la música (la banda sonora, muy conocida, es de Mark Knopfler), la ambientación, en un pequeño pueblo escocés, donde las típicas vacas escocesas interrumpen el tránsito de los coches que cruzan las estrechas carreteras, el automóvil de los protagonistas atropella a un conejo al que recogen para curarlo, las playas son solitarias y están llenas de gaviotas, en el único pub del pueblo los tripulantes de un pesquero soviético (todavía existían) confraternizan con los lugareños, el empleado procedente de los USA se enamora de la mujer del dueño del pub, el que trabaja en Gran Bretaña se enamora de una naturalista que estudia la fauna de la zona....es un canto a la naturaleza y a la ecología en una época (inicios de los ochenta) en la cual ese tema, al menos en España, todavía estaba en pañales, y nadie hablaba del cambio climático, el deshielo de los casquetes polares o la disminución de la capa de ozono.
http://www.youtube.com/watch?v=9R2dsmggw6E
Datos del film: Bill Forsyth, Local Hero (Un tipo genial), Reino Unido, 111 min. La película habla de la localidad de Ferness, pero en realidad el film se rodó en Pennan, en el condado de Aberdeen.